sábado, 31 de julio de 2010

Mentiras, traición y fábulas

Hace un par se semanas atrás dejábamos como frase del estribo: "Un pesimista es un optimista con información". Para mejorarla o potenciarla, habría que agregarle "y con memoria". Entonces aplicaría perfectamente para hablar del Caso Selección Nacional.
La llegada de Diego Maradona al comando del equipo argentino -que peleaba por lograr una plaza para Sudáfrica 2010 -fue un anticipo de las desprolijidades que vendrían. Hubo "cosas raras" en la salida de Alfio Basile y en la asunción de Diego. Claro, pocos tienen pruebas. Y los que las tienen no las aportan porque a) No son concluyentes y b) Son acérrimos "maradonianos". Para quienes vimos todo desde una lejana perspectiva resulta claro que el "golpe" que desbancó al "Coco" se incubó en el plantel probablemente alentado desde afuera...
Después, ya con Maradona en el timón, la novela vivió más y más capítulos en donde se discutían cuestiones que resultaban ridículas. Por ejemplo: Diego quería a Oscar Ruggeri dentro del cuerpo técnico. La AFA, Grondona, dijo "no". Pero hubo tironeos desde ambos lados para afianzar la posición que, finalmente, se inclinó hacia el lado de don Julio. ¿No había que resolver esto antes? Cuando sentaron a Maradona para ofrecerle el cargo, ¿él no pidió a Ruggeri? Si no lo hizo de entrada, está claro que quiso presionar una vez con el buzo de DT puesto. Y si él se dice tan leal y de "mirar de frente a los ojos" , ¿por qué no se fue cuando le vetaron la incorporación del "Cabezón" a su grupo de trabajo?
Lo mismo vale preguntarse luego de escuchar su discurso (eso no fue una conferencia de prensa) de la semana pasada. Si había "intereses económicos" metidos en la Selección, ¿por qué no renunció? Una respuesta digna podría ser que quisiera pelear desde adentro. Bueno, perfecto. Muy loable. Pero vale plantear otro interrogante; si Argentina se traía la Copa del Mundo, ¿él habría denunciado esto?
El viejo síndrome de "El otro tiene la culpa" fue la excusa en la que se recostó Maradona para despedirse de la gente luego que la AFA decidiera no renovarle el contrato como entrenador de la Selección. Acusó a Grondona de mentirle. Apuntó como traidor a Bilardo. Y volvió a dejar la sensación de sentirse perseguido y acosado por todos. Vale recordar que tras el 0-4 con Alemania había exhibido ya los síntomas de esta "cruel enfermedad" cuando se mostró agresivo ante las preguntas de los periodistas y hasta desafió a uno a presentar un proyecto en la AFA para dirigir al equipo nacional.
La triste conclusión de todo esto es que Maradona volvió a fabular. Esta vez no fue Havelange, ni Blatter, ni Platini, ni Pele, ni el Papa... Esta vez eligió conpiradores más caseros. Dos con los que trató desde que asumió como técnico de Argentina. Con uno de ellos se abrazó en el estadio Centenario luego de la victoria 1-0 ante Uruguay insultando a los periodistas que sostenían que existía un división entre ellos. ¿La seguimos teniendo adentro, Diego? ¿La seguimos chupando?
Maradona jugador era capaz de gambetear medio equipo rival para meter un gol. Maradona persona nunca ha podido eludir los "trancazos" de la vida. Maradona jugador acariciaba la pelota y ésta le obedecía. Maradona persona reparte golpes y abrazos a distra y siniestra.Maradona jugador se cargaba el equipo al hombro e iba al frente. Maradona persona acepta desafíos, pero no admite sus errores y fallos y hace cargo a de ellos a sus críticos.
Y en medio de todo esto nunca (¡nunca!) se pudo hablar de fútbol con Maradona. Cuando era entrenador su discursoi se reduicía a "Le dije a los muchachos que tienen que dejar todo por la camiseta argentina". Jamás se consiguió debatir ideas y decisiones. Y tras el adió al Mundial, menos.
Pero, claro, todo es culpa nuestra. ¿Verdad Diego?